lunes, 4 de julio de 2016

HISTORIA DEL FRIJOL

Origen del frijol

La especie Phaseolus vulgaris o frijol común es originaria del área México-Guatemala ya que en estos países se encuentra una gran diversidad de variedades tanto en forma silvestre como en forma de cultivo.
Casi todas las variedades cultivadas en Europa, Estados Unidos y en México son especies y variedades del género Phaseolus.
La judía o frijol, nombre común aplicado de forma amplia a diversas plantas de origen americano de la familia de las leguminosas. Las semillas y vainas de estas plantas se usan como alimento y en la producción de forraje. Es un alimento muy apreciado por su elevado contenido proteínico. 

Cuenta una leyenda que el frijol surgió, junto con el ser humano, del cieno que precedió la creación de cosmos. Los antiguos egipcios conocieron el frijol a través de los sirios, y cultivaron la planta a lo largo de las orillas del río Nilo, donde el clima y el suelo favorecían las cosechas.
Si bien el frijol se consideraba entonces poco propio para el consumo de las castas eclesiásticas, muchos egipcios adoptaron la nutritiva leguminosa como fuente de alimento cotidiano. Poco a poco, se fue creando un aura de misterio y superstición en torno al frijol, convirtiéndose en práctica común entre los egipcios colocar ofrendas de frijol en las tumbas de sus seres queridos, para alimentar a los difuntos durante su travesía hacia la eternidad.
Los tentáculos de la superstición se extendieron hasta abarcar a Grecia y Roma. Pitágoras, el filósofo y matemático griego, no sólo creía que el frijol encerraba el espíritu de los muertos, sino que embotaba el cerebro de quien lo comía, y llegó a prohibir el consumo de de frijoles a sus discípulos. De todos modos, el frijol logró ganarse el favor de los griegos, que lo consumían a menudo y le dieron un lugar de honor en sus festivales. Durante el festival anual del frijol dedicado a Kiametes, patrono de la planta del frijol, los griegos solían ofrecer sacrificios a la deidad. Al igual que los egipcios, los griegos y los romanos atribuían un significado al frijol, que según la tradición se compartían con los asistentes a festividades y ceremonias mortuorias.

Pintos editados

Con todo, los romanos también estimaban el frijol como un símbolo de buena suerte. Así, los campesinos solían sembrar un frijol con sus cultivos para propiciar las cosechas, y los mercaderes mezclaban frijoles con sus mercancías para invocar a la prosperidad en los negocios. Además, el frijol desempeñaba un papel importante en el escenario político de los romanos durante las elecciones, cuando los candidatos inclinados al intercambio de favores, recogían votos a cambio de generosos pagos en frijoles. Asimismo, el sistema el sistema jurídico se valía de frijoles para alcanzar veredictos mediante una singular lotería, que declaraba inocente el acusado que sacaba un frijol blanco, y culpable al que sacaba un frijol negro. Así que, posiblemente, según se cree, el origen de «dar bola negra» a alguien, se encuentra en esta antigua costumbre.
Los romanos también confiaban en los poderes del frijol para ahuyentar los espíritus malignos. ¿Cómo? Es muy fácil. Según la creencia hay que levantarse a medianoche y llenar la boca de frijoles. Luego los frijoles se escupen uno a uno, por encima del hombro, repitiendo: «Con estos frijoles me libero de los espíritus malignos». En cuanto a las propiedades medicinales atribuidas al frijol, los romanos recomendaban una mezcla de frijoles cocidos machacados con ajo, como remedio seguro para el catarro la tos. Además se dice que la crema facial que producían con harina de frijoles molidos mucho contribuyó a la belleza de las damas romanas.
No pasó mucho tiempo sin que, en mayor o menos medida, el frijol formara parte de los alimentos de subsistencia de diversas regiones del mundo, donde posteriormente se amplió la extensión de tierras de cultivo y se desarrollaron innumerables variedades de distintos tamaños, formas y colores. En Mesoamérica, el surgimiento del frijol miles de años antes de la era cristiana, abrió nuevos caminos al desarrollo de la alimentación del hombre, que influyeron en el cambio del patrón de asentamientos humanos.
Morados editadosEn el México prehispánico, el ejote, que los nativos llamaban exotl, así como algunas otras variedades de frijol, servían como base de la alimentación cotidiana. En la antigüedad se consumían sobre todo frijoles blancos y morados, conocidos como ayocotl y etl, cocidos al fuego con agua, molidos y transformados en pasta, o mezclados con granos de maíz. El etlcocido con granos de maíz “etzalcualli” adquirió también un significado ritual, y de ahí derivó etzaqualitzli, el nombre del sexto mes del calendario náhuatl de 365 días durante el cual se celebraban procesiones en honor a los dioses de la lluvia, y se comía etzalli una mezcla cocida de granos de maíz y granos de frijol.
Los antiguos también usaban frijoles en forma de polvo para hacer atole, y preparaban una mezcla de frijoles y maíz para producir tamales. Además, el frijol deshidratado en polvo servía de munición a los guerreros y viajeros. Pero más allá de su importancia como alimento, el frijol se vinculó al mito, que nos habla de Tlalocan. Según se dice, ahí, en el mítico lugar habitado por Tlaloc, numen de la vida y dueño de la lluvia donde viven las almas separadas de los cuerpos esperando su regreso corporal a la tierra, jamás faltaban los frijoles frescos.
Pese a que no se desvanecieron completamente las supersticiones que lo han acompañado durante su larga trayectoria a través de los tiempos, el frijol se fundió a las tradiciones culturales y gastronómicas de una gran diversidad de pueblos. Claro está, hoy sabemos que el frijol es una rica fuente de proteínas, y de algunas vitaminas como B1 y B2. Sin embargo, resulta indudable que actualmente, al igual que en el pasado, cuando llega a la mesa un buen platillo de frijoles, lo que importa es disfrutar el sabor de la leguminosa, que por espacio de tantos milenios ha contribuido a la alimentación del ser humano y al placer de la buena mesa.

Etimología del frijol

La palabra “frijol” es una deformación del español antiguo “frisol”. Este viene del catalán “fesol” y que a su vez proviene del latín phaseolus (su nombre científico) o phaselos, que es una clase de legumbre. Esta legumbre es conocida con varios nombres “poroto, haba, habichuela, alubia, judía”, entre otros.

Especies del frijol

Existen múltiples variedades de fríjol que se caracterizan por su tamaño, forma, color y tipo de crecimiento.
Se considera que en total existen alrededor de 150 especies, aunque en México estas ascienden a 50, destacando las cuatro especies que el hombre ha domesticado, como son: el Phaseolus vulgaris L. (frijol común), Phaseolus coccineus L. (frijol ayocote), Phaseolus lunatus L. (frijol comba) y Phaseolus acutifolius Gray (frijol tepari).
En México se cultivan cerca de 70 que, de acuerdo con la norma, se dividen en:
  • Negros
  • Amarillos
  • Rosados
  • Bayos
  • Pintos


RECETAS 






  1. Caraotas rojas (frijoles rojos)


 4 minutos 
 
   
Venezuela 
 
Almuerzo



Ingredientes

  1. 500 gramoscaraotas o frijoles rojos
  2. 2ajies, 1/4 de pimenton, una rama entera de cebollino, dos cubitos o pastillas de caldo de pollo, salsa de soya, salsa inglesa. 4 dientes de ajo pequeños dos si son grandes
  3. agua mucha agua
 



Pasos

  1. Poner la noche anterior a remojar en una olla con agua las caraotas con una cucharada de bicarbonato de sodio eso ayuda a que se ablanden mas rápido.
    +
    • Luego en la mañana enjuagar esos granos y cambiar EL agua por agua limpia y poner a cocinar tapado a fuego alto con una cucharada de sal. Ir agregando agua a medida que lo requiera..
      +
      • Cuando estén blandas sofreír todos los ingredientes que mensione picado en cuadritos pequeños en un sartén con un chirrito de aceite cuando estén sofritos agregar un chorrito de soya y de inglesa luego agregarlo a las caraotas y revolver con una paleta de madera agregar los cubitos desmenuzados y revolver de necesitar mas agua agregar mas y dejar que agarre el gusto de los aliños y las pastillas.


        CUENTOS
      • Cuenta la leyenda, que una vez un hombre bueno, tenía muchos problemas en la vida y quiso solucionarlos vendiendo su alma al diablo. Al diablo le agradó la idea de llevarse el alma de un hombre bueno. Pero cuando lo invocó, le pidió al diablo 7 cosas a cambio de vender su alma, una para cada día. Para el primer día quiso dinero y en seguida se vio con los bolsillos llenos de oro. Para el segundo quiso salud y su salud fue perfecta, para el tercer día, quiso la mejor comida y tuvo comida riquísima, para el cuarto día quiso una esposa bella y la tuvo, para el quinto día pidió viajar y en abrir y cerrar de ojos, estuvo en mil lugares, para el sexto pidió ser famoso y lo obtuvo de inmediato y sabiendo que sólo le quedaba un día, al séptimo día pidió que el diablo lave unos frijolitos negros hasta que estén blancos. Y el diablo, se puso a lavarlos, pero como no se blanqueaban, pensó: "Este hombre me ha engañado y perdí un alma. Para que esto no me vuelva a suceder, de hoy en adelante habrá frijoles negros, blancos, amarillos y rojos".


      • CANCIONES

      • https://www.youtube.com/watch?v=8fhBO25Ls2s













      No hay comentarios:

      Publicar un comentario